Para los expertos en Manejo Integrado de Cuencas y en Gestión de Riesgo de las instituciones Asociación Vivamos Mejor, Programa de Fortalecimiento de Capacidades para la Gestión de Riesgos en Centroamérica y el Caribe (PFC), y AMSCLAE, el dragado del río San Francisco, después de la tormenta Agatha, ha sido la peor decisión que se han tomado desde la perspectiva de la reducción de riesgos y desde la perspectiva de protección y conservación del lago de Atitlán, porque ni redujo los niveles de riesgo para la población de Panajachel y porque generó grandes volúmenes de sedimentos cargados de nutrientes que ingresaron directamente al lago afectado directamente su estado trófico.
Los expertos indican que el dragado no redujo el riesgo para la ciudad Panajachel debido a que ésta ciudad está asentada sobre un delta de río o sobre un abanico aluvial y eso hace de Panajachel una población con alta vulnerabilidad a padecer de las crecidas o desbordamientos del río San Francisco y más vulnerables son aquellas viviendas e infraestructura que se encuentra dentro del cauce natural del río; además el dragado del cauce tampoco contribuyó a reducir la amenaza que representan para Panajachel los torrentes del río San Francisco, ya que los registros históricos demuestran que el río ha experimentado crecidas mucho mayores a las generadas por los huracanes y tormentas Mitch, Stan y Agatha (año de 1949), por lo que la amenaza de peores crecidas a las vividas recientemente (últimos 12 años) está ahí latente esperando por el evento extremo de precipitación que la desencadene, además el dragado crea condiciones para que se incremente la velocidad de flujo del agua dentro del cauce lo que ha incrementado todavía más la amenaza; Riesgo=Vulnerabilidad*Amenaza, y Panajachel es una comunidad en alto riesgo debido a que presenta una alta vulnerabilidad por su ubicación y porque el río San Francisco y sus crecidas son una permanente amenaza. Lo más preocupante de la práctica del dragado es que crea en la gente una falsa expectativa de seguridad, lo que hace que ésta se confíe e incremente su vulnerabilidad ante una crecida o desbordamiento del río.
Para el Dr. Fernando Guasch del PFC, el dragado en el río San Francisco representa:
- Un gasto innecesario de recursos que bien pudieron haber sido empleados para atender otras necesidades más importantes y más urgentes.
- Una falta de entendimiento de que es el riesgo ante eventos naturales extremos.
- Una ignorancia total de gestión integrada de riesgos.
- Una falta de planificación para la reducción de riesgos y para manejar el riesgo.
- Una falta de asesoría técnica apropiada.
- Una amenaza para el bienestar y la calidad de vida de la población de Panajachel.
- Una fuente significativa y muy importante de contaminación para el lago de Atitlán.
- Una amenaza para el bienestar de la población que depende directamente del lago de Atitlán.
- Una total irresponsabilidad.
Los resultados de los muestreos realizados por la AMSCLAE en el río San Francisco durante el proceso de dragado del mismo, indican que sólo por efecto del dragado los Sólidos Sedimentables en las aguas del río San Francisco se incrementaron en un 193% pasando de 3.75 cc/L/h a 11.00 cc/L/h, mientras que los Sólidos Disueltos se incrementaron en casi 28% pasando de 111.4 mg/L a 142.5 mg/L, lo que demuestra que el dragado se convirtió en una fuente importante de contaminantes (sedimentos y nutrientes) para el lago de Atitlán.
Para poder dimensionar mejor lo que representan estos incrementos en los sólidos sedimentables y disueltos, causados por el dragado, para la contaminación del lago se hace la comparación con lo que aportan las aguas residuales al lago en los mismos parámetros y el mismo período de tiempo; así tenemos que: Se estima que actualmente el lago de Atitlán recibe una descarga directa de aguas residuales domésticas* sobre su espejo de agua equivalente a 1,488 m3/día, este volumen de aguas residuales domésticas aportan directamente al lago una cantidad de sólidos sedimentables (SS) equivalente a 6.99 m3/día y una cantidad de sólidos disueltos igual a 462.77 Kg/día; mientras que el dragado, considerando que el río San Francisco conducía para ese período de alteración del cauce un caudal medio de 2.18 m3/s (188,352 m3/día), aportaba al lago una cantidad de sólidos sedimentables igual a 1,365.6 m3/día y una cantidad de sólidos disueltos igual a 5,857.68 Kg/día. Bajo este análisis se puede determinar que un solo día de dragado producía una contaminación a las aguas del lago equivalente a 195.4 días de descargas de aguas residuales crudas sobre el lago en lo que ha sólidos sedimentables se refiere y una contaminación de las aguas del lago equivalente a 12.7 días de descargas de aguas residuales crudas sobre las aguas del lago respecto a los sólidos disueltos, esto demuestra el tremendo impacto negativo que el dragado tiene sobre la calidad de las aguas del lago, si se consideran los 40 días que se estuvo dragando el río San Francisco los resultados son realmente preocupantes y lamentables ya que la descarga de contaminantes que se arrastraron hacia el lago producto del dragado equivaldrían respecto a los sólidos sedimentables a 7,816 días (21.41 años) de descargas de aguas residuales crudas directamente al lago y respecto a los sólidos disueltos a 508 días (1.39 años) de descargas de aguas residuales crudas directamente sobre el lago.
Ambos datos son preocupantes, sin embargo, lo más preocupante es el aporte de sólidos disueltos debido a que a ellos se asocian las sales disueltas y los nutrientes como el Fósforo (P) y el Nitrógeno (N), que son los principales causantes de los procesos de eutrificación en los lagos, lo que quiere decir que el dragado fue una fuente significativa e importante de nutrientes para el lago de Atitlán (P y N) elevando las probabilidades de eutrificación de este importante cuerpo de agua, eso quiere decir que las poblaciones de algas y cianobacterias tendrán más nutrientes disponibles para crecer y desarrollarse. De nada sirve tomar acciones para reducir los caudales de aguas residuales que se descargan de los poblados directamente al lago, para evitar futuros florecimientos de cianobacterias, si se continúa con este tipo de acciones como el dragado de ríos que tienen un efecto devastador sobre el cuerpo de agua, propiciando condiciones idóneas para futuros blooms.
Los aportes de fosfatos que realizan los sedimentos a las aguas del lago no se reflejan inmediatamente en la misma, debe de pasar un tiempo por lo menos mayor a 15 días, para que los fosfatos contenidos en los sedimentos pasen a estar en solución en las aguas del lago, lo que se comprueba con los monitoreos limnológicos de las aguas del lago de Atitlán que muestran que en el mes de abril la concentración media de fosfatos era de 0.020 mg/L PO4-3, que 19 días después de la tormenta y en pleno proceso de dragado del río los fosfatos se hayan incrementado a 0.158 mg/L PO4-3 y que 53 días después de la tormenta y ya detenido el proceso de dragado los fosfatos se hayan incrementado a una concentración media de 0.260 mg/L PO4-3 (1,300% más fosfatos de los habían en el mes de abril).
Marvin Alfonso Romero, M.Sc.
AMSCLAE
*Según los análisis de laboratorio las aguas residuales domésticas que se descargan dentro de la cuenca del lago de Atitlán tienen una concentración media de 311 mg/L de Sólidos Disueltos y 4.7 cc/L/h de Sólidos Sedimentables.
Descargar informe del monitoreo de sedimentos realizado durante el dragado en el río San Francisco.
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